...dado que igual, hasta debería de figurar mejor aquí; cuento con su ulterior eliminación, como me suele pasar casi siempre:
[ Profecías, visiones, alucinaciones y prospecciones realizadas por "visionarios" de todo tipo; desde los Ezequiel, Isaías, Josías, Juan de Padmos y resto de "profetas" agoreros de la antigüedad, pasando por los Nostradamus y otros más coetáneos ejemplos de "videntes"; todos aunados a dibujarnos sus futuros predilectos, siempre dramáticos, sanguinarios o apocalípticos; ya bien sea en nombre de "dios", de "San-Jesús" o del Lucero del Alba.
Basura agorera propia del menú de los adictos a la muerte y/o lo mórbido, la destrucción, el caos y el fracaso de unas u otras humanidades en trasiego evolutivo por el holograma "mundo".
Los auténticos alquimistas de nivel medio-alto se regían por una regla de oro indeclinable en cuanto a lo que a visiones y vaticinios pudieran recopilar durante sus sesiones psicotrópicas con unos u otros enteógenos o substancias alucinatorias (típicas en el menú del consumo predilecto de estas grupos o sociedades elitistas clandestinas): NO desvelar JAMÁS el contenido de las mismas.
La habitual estupidez y el sadomasoquismo clásico de los pueblos ignorantes podía causar que algunos de tales augurios devinieran cristalizándose en realidades, por el mero hecho de prestarlas excesivo crédito, atención o asunción de infalibilidad. Es una regla de la física de la que hoy se hacen eco científicos del rango de Jean Pierre Garnier Malet y otros.
La realidad y la materia en sí, se crean mediante la observación en grupo del campo de fibras/ondas lumínicas o incluso de las partículas elementales que devienen de la fuente de energía que nos abastece de consciencia. El hecho de que se alcance una determinada masa crítica que diera por válida una concreta tesis futurible -una vez dictaminada por uno u otro de estos "salvavidas"- puede llevar al cumplimiento insoslayable de cualquiera de estos pronósticos.
Por eso todas los dogmas de fe, sistemas de culto a deidades y agenda de las religiones (especialmente las abrahámicas) están tan empecinadas en que prestemos atención a sus legajos pretéritos ancestrales del año de la pera, (saturados de todo tipo de anuncios de destrucción global) a fin de que sigamos estrictamente su programa predilecto: El del desastre masivo preconcebido por estos "iluminados" ulteriormente preconvenido y aceptado por la totalidad de la población masoca.
No se trata ni más ni menos que de HIPNOSIS colectiva, generalizada y autoinducida casi siempre por una inmensa cuantía de supraimbéciles aficionados a la desgracia y el sufrimiento a motu proprio, voluntaria y libremente escogido, en base a una mera tendencia al mal gusto, per se y porque sí.
Uno de los trucos más viejos de la Qabbalah: La hipnosis, como metodología básica para deformar la realidad más neutral y aséptica que devenga naturalmente en el concatenamiento de sucesos que conforman las realidades. Ergo: Magia negra, de la peor calaña.
Quien siembra vientos recoge tempestades. Las profecías están ahí para saltárselas y pasárselas por el forro del braguero... de no ser que nos apetezca que culminen a buen término. Lo chocante y frustrante al mismo tiempo es que... casualmente no hay ni una sola que se emita en tono amable a fin de sembrar y recrear un futuro optimizado y optimista.
¿Nadie se ha preguntado a estas alturas el por qué? ]
Me refería a este comentario que inserto entre corchetes a continuación que ya había insertado en otro de tus post-proféticos; lo inserté también aquí hace unos minutos, por aquello de arramplar más ad hoc y ex profeso contra toda tendencia al augurio, el pronóstico y cualquier obsesión recalcitrante a dibujarnos el futuro que escribieron los otros; especialmente los estrafalarios y ridículos "meteorólogos" del pasado más rancio, meapilas y masoquista que quedaron reflejados en los bíblicos relatos "sacrosantísimos made-in-god":
.../...
[ Profecías, visiones, alucinaciones y prospecciones realizadas por "visionarios" de todo tipo; desde los Ezequiel, Isaías, Josías, Juan de Padmos y resto de "profetas" agoreros de la antigüedad, pasando por los Nostradamus y otros más coetáneos ejemplos de "videntes"; todos aunados a dibujarnos sus futuros predilectos, siempre dramáticos, sanguinarios o apocalípticos; ya bien sea en nombre de "dios", de "San-Jesús" o del Lucero del Alba.
Basura agorera propia del menú de los adictos a la muerte y/o lo mórbido, la destrucción, el caos y el fracaso de unas u otras humanidades en trasiego evolutivo por el holograma "mundo".
Los auténticos alquimistas de nivel medio-alto se regían por una regla de oro indeclinable en cuanto a lo que a visiones y vaticinios pudieran recopilar durante sus sesiones psicotrópicas con unos u otros enteógenos o substancias alucinatorias (típicas en el menú del consumo predilecto de estas grupos o sociedades elitistas clandestinas): NO desvelar JAMÁS el contenido de las mismas.
La habitual estupidez y el sadomasoquismo clásico de los pueblos ignorantes podía causar que algunos de tales augurios devinieran cristalizándose en realidades, por el mero hecho de prestarlas excesivo crédito, atención o asunción de infalibilidad. Es una regla de la física de la que hoy se hacen eco científicos del rango de Jean Pierre Garnier Malet y otros.
La realidad y la materia en sí, se crean mediante la observación en grupo del campo de fibras/ondas lumínicas o incluso de las partículas elementales que devienen de la fuente de energía que nos abastece de consciencia. El hecho de que se alcance una determinada masa crítica que diera por válida una concreta tesis futurible -una vez dictaminada por uno u otro de estos "salvavidas"- puede llevar al cumplimiento insoslayable de cualquiera de estos pronósticos.
Por eso todas los dogmas de fe, sistemas de culto a deidades y agenda de las religiones (especialmente las abrahámicas) están tan empecinadas en que prestemos atención a sus legajos pretéritos ancestrales del año de la pera, (saturados de todo tipo de anuncios de destrucción global) a fin de que sigamos estrictamente su programa predilecto: El del desastre masivo preconcebido por estos "iluminados" ulteriormente preconvenido y aceptado por la totalidad de la población masoca.
No se trata ni más ni menos que de HIPNOSIS colectiva, generalizada y autoinducida casi siempre por una inmensa cuantía de supraimbéciles aficionados a la desgracia y el sufrimiento a motu proprio, voluntaria y libremente escogido, en base a una mera tendencia al mal gusto, per se y porque sí.
Uno de los trucos más viejos de la Qabbalah: La hipnosis, como metodología básica para deformar la realidad más neutral y aséptica que devenga naturalmente en el concatenamiento de sucesos que conforman las realidades. Ergo: Magia negra, de la peor calaña.
Quien siembra vientos recoge tempestades. Las profecías están ahí para saltárselas y pasárselas por el forro del braguero... de no ser que nos apetezca que culminen a buen término.
Lo chocante y frustrante al mismo tiempo es que... casualmente no hay ni una sola que se emita en tono amable a fin de sembrar y recrear un futuro optimizado y optimista.
¿Nadie se ha preguntado a estas alturas el por qué? ]
Con el permiso de la anfitriona apocalíptica repito el comentario que acabo de insertar en:
ResponderEliminarhttp://nuevoordenmundialreptiliano.blogspot.com.es/2013/04/ecumenismo-del-papa-francisco-y-la.html
...dado que igual, hasta debería de figurar mejor aquí; cuento con su ulterior eliminación, como me suele pasar casi siempre:
[ Profecías, visiones, alucinaciones y prospecciones realizadas por "visionarios" de todo tipo; desde los Ezequiel, Isaías, Josías, Juan de Padmos y resto de "profetas" agoreros de la antigüedad, pasando por los Nostradamus y otros más coetáneos ejemplos de "videntes"; todos aunados a dibujarnos sus futuros predilectos, siempre dramáticos, sanguinarios o apocalípticos; ya bien sea en nombre de "dios", de "San-Jesús" o del Lucero del Alba.
Basura agorera propia del menú de los adictos a la muerte y/o lo mórbido, la destrucción, el caos y el fracaso de unas u otras humanidades en trasiego evolutivo por el holograma "mundo".
Los auténticos alquimistas de nivel medio-alto se regían por una regla de oro indeclinable en cuanto a lo que a visiones y vaticinios pudieran recopilar durante sus sesiones psicotrópicas con unos u otros enteógenos o substancias alucinatorias (típicas en el menú del consumo predilecto de estas grupos o sociedades elitistas clandestinas): NO desvelar JAMÁS el contenido de las mismas.
La habitual estupidez y el sadomasoquismo clásico de los pueblos ignorantes podía causar que algunos de tales augurios devinieran cristalizándose en realidades, por el mero hecho de prestarlas excesivo crédito, atención o asunción de infalibilidad. Es una regla de la física de la que hoy se hacen eco científicos del rango de Jean Pierre Garnier Malet y otros.
La realidad y la materia en sí, se crean mediante la observación en grupo del campo de fibras/ondas lumínicas o incluso de las partículas elementales que devienen de la fuente de energía que nos abastece de consciencia. El hecho de que se alcance una determinada masa crítica que diera por válida una concreta tesis futurible -una vez dictaminada por uno u otro de estos "salvavidas"- puede llevar al cumplimiento insoslayable de cualquiera de estos pronósticos.
Por eso todas los dogmas de fe, sistemas de culto a deidades y agenda de las religiones (especialmente las abrahámicas) están tan empecinadas en que prestemos atención a sus legajos pretéritos ancestrales del año de la pera, (saturados de todo tipo de anuncios de destrucción global) a fin de que sigamos estrictamente su programa predilecto: El del desastre masivo preconcebido por estos "iluminados" ulteriormente preconvenido y aceptado por la totalidad de la población masoca.
No se trata ni más ni menos que de HIPNOSIS colectiva, generalizada y autoinducida casi siempre por una inmensa cuantía de supraimbéciles aficionados a la desgracia y el sufrimiento a motu proprio, voluntaria y libremente escogido, en base a una mera tendencia al mal gusto, per se y porque sí.
Uno de los trucos más viejos de la Qabbalah: La hipnosis, como metodología básica para deformar la realidad más neutral y aséptica que devenga naturalmente en el concatenamiento de sucesos que conforman las realidades. Ergo: Magia negra, de la peor calaña.
Quien siembra vientos recoge tempestades. Las profecías están ahí para saltárselas y pasárselas por el forro del braguero... de no ser que nos apetezca que culminen a buen término. Lo chocante y frustrante al mismo tiempo es que... casualmente no hay ni una sola que se emita en tono amable a fin de sembrar y recrear un futuro optimizado y optimista.
¿Nadie se ha preguntado a estas alturas el por qué? ]
¿Ya me has borrado el comment? Y en cambio ¿dejas a la Alicia Raquel de más abajo proferir los vituperios más vulgares contra tu hidalguía?
ResponderEliminarSniffff... ¡qué decepción!
Me refería a este comentario que inserto entre corchetes a continuación que ya había insertado en otro de tus post-proféticos; lo inserté también aquí hace unos minutos, por aquello de arramplar más ad hoc y ex profeso contra toda tendencia al augurio, el pronóstico y cualquier obsesión recalcitrante a dibujarnos el futuro que escribieron los otros; especialmente los estrafalarios y ridículos "meteorólogos" del pasado más rancio, meapilas y masoquista que quedaron reflejados en los bíblicos relatos "sacrosantísimos made-in-god":
ResponderEliminar.../...
[ Profecías, visiones, alucinaciones y prospecciones realizadas por "visionarios" de todo tipo; desde los Ezequiel, Isaías, Josías, Juan de Padmos y resto de "profetas" agoreros de la antigüedad, pasando por los Nostradamus y otros más coetáneos ejemplos de "videntes"; todos aunados a dibujarnos sus futuros predilectos, siempre dramáticos, sanguinarios o apocalípticos; ya bien sea en nombre de "dios", de "San-Jesús" o del Lucero del Alba.
Basura agorera propia del menú de los adictos a la muerte y/o lo mórbido, la destrucción, el caos y el fracaso de unas u otras humanidades en trasiego evolutivo por el holograma "mundo".
Los auténticos alquimistas de nivel medio-alto se regían por una regla de oro indeclinable en cuanto a lo que a visiones y vaticinios pudieran recopilar durante sus sesiones psicotrópicas con unos u otros enteógenos o substancias alucinatorias (típicas en el menú del consumo predilecto de estas grupos o sociedades elitistas clandestinas): NO desvelar JAMÁS el contenido de las mismas.
La habitual estupidez y el sadomasoquismo clásico de los pueblos ignorantes podía causar que algunos de tales augurios devinieran cristalizándose en realidades, por el mero hecho de prestarlas excesivo crédito, atención o asunción de infalibilidad. Es una regla de la física de la que hoy se hacen eco científicos del rango de Jean Pierre Garnier Malet y otros.
La realidad y la materia en sí, se crean mediante la observación en grupo del campo de fibras/ondas lumínicas o incluso de las partículas elementales que devienen de la fuente de energía que nos abastece de consciencia. El hecho de que se alcance una determinada masa crítica que diera por válida una concreta tesis futurible -una vez dictaminada por uno u otro de estos "salvavidas"- puede llevar al cumplimiento insoslayable de cualquiera de estos pronósticos.
Por eso todas los dogmas de fe, sistemas de culto a deidades y agenda de las religiones (especialmente las abrahámicas) están tan empecinadas en que prestemos atención a sus legajos pretéritos ancestrales del año de la pera, (saturados de todo tipo de anuncios de destrucción global) a fin de que sigamos estrictamente su programa predilecto: El del desastre masivo preconcebido por estos "iluminados" ulteriormente preconvenido y aceptado por la totalidad de la población masoca.
No se trata ni más ni menos que de HIPNOSIS colectiva, generalizada y autoinducida casi siempre por una inmensa cuantía de supraimbéciles aficionados a la desgracia y el sufrimiento a motu proprio, voluntaria y libremente escogido, en base a una mera tendencia al mal gusto, per se y porque sí.
Uno de los trucos más viejos de la Qabbalah: La hipnosis, como metodología básica para deformar la realidad más neutral y aséptica que devenga naturalmente en el concatenamiento de sucesos que conforman las realidades. Ergo: Magia negra, de la peor calaña.
Quien siembra vientos recoge tempestades. Las profecías están ahí para saltárselas y pasárselas por el forro del braguero... de no ser que nos apetezca que culminen a buen término.
Lo chocante y frustrante al mismo tiempo es que... casualmente no hay ni una sola que se emita en tono amable a fin de sembrar y recrear un futuro optimizado y optimista.
¿Nadie se ha preguntado a estas alturas el por qué? ]