El heredero ROCKEFELLER que murió en 1961 era también CANÌBAL

Michael Rockefeller
A comienzos de 2015, el público podrá dar por resuelto uno de los mayores misterios del mundo científico del siglo XX. Cineastas de EE.UU. han encontrado y reconstruido una copia de un desconocido documental de investigación sobre el destino fatal del joven etnógrafo Michael Rockefeller.
Un heredero mimado de la dinastía multimillonaria estadounidense, el hijo menor del entonces gobernador de Nueva York y luego vicepresidente de EE.UU., Nelson Rockefeller, desapareció durante una expedición científica a la isla de Nueva Guinea, en noviembre de 1961. 

Las circunstancias de aquella desaparición fueron motivo de rumores ya en la década posterior a los hechos y el escandaloso editor de la revista 'Argosy', Milt Machlin, decidió estudiar el caso en persona.
El periodista viajó a Nueva Guinea en 1969 en búsqueda de respuestas al enigma, apoyándose en un testimonio que sostenía que el joven etnógrafo estaba retenido contra su voluntad por la tribu de los asmatos

Pero lo que descubrió difería de esta versión inicial: la tribu, cuyos hábitos Rockefeller había ido a estudiar, practicaba el canibalismo, y había evidencias de que el propio estudioso cayó víctima de esa costumbre.
Machlin, quien había acuñado expresiones como 'triángulo de las Bermudas' y 'abominable hombre de las nieves' (en referencia al yeti), filmó todo lo que tenía relación con el trágico destino de Rockefeller.   Según la empresa Netflix, citada por 'Page Six', la cinta de 16 mm rodada en tierras papúas corrobora la versión de la muerte del joven a manos de los aborígenes en un terrible rito antropófago. Pero el autor nunca la enseñó al público.
En 1979, la madre del joven etnógrafo encargó una investigación independiente a un detective particular. Sólo se sabe que este consiguió y llevó a Nueva York tres calaveras de supuestas víctimas del canibalismo en Nueva Guinea, todas de raza europea. Los resultados del peritaje genético tampoco han sido dados a conocer por la familia.

Comentarios