Niña de 11 años desmonta el engaño del REIKI: toque terapéutico

Reikista imponiendo manos a un enfermo en
un hospital de USA
El experimento que NINGÙN reikista quiso refutar; con once años ésta niña logró un reto que a muchos investigadores les cuesta años de esfuerzo: publicar en una revista científica. 

Emily Rosa está en la Historia de la Ciencia por ser la persona más joven en llevar una de sus investigaciones a las páginas de una publicación.

Y lo hizo con un trabajo que desmontó a la supuesta medicina alternativa del toque terapéutico, una técnica de sanación relacionada con el reiki.

El toque terapéutico y el reiki parten de una premisa: el ser humano tiene un «campo energético» que si se desequilibra causa enfermedades. 

El terapeuta, a modo de guía, puede imponer las manos para cambiar el flujo del chi (para los chinos la energía espiritual del universo) o prana, en su versión india, que hace mejorar la salud del enfermo. Un tratamiento que la ciencia nunca ha aceptado.


Aunque tanto el reiki como el toque terapéutico suenan a algo ancestral de miles de años de historia con una profunda base espiritual, lo cierto es que son técnicas que se inventaron en el siglo XX. 



Dolores Krieger (izquierda) y Dora Kunz,
 las inventoras del Toque Terapéutico.
En concreto el toque terapéutico surge en 1970 de la mano de Dolores Krieger, profesora emérita de enfermería en la Universidad de Nueva York, junto a una compañera, Dora Kun, seguidora de la teosofía (una amalgama de filosofía, ciencia y espiritualidad) crearon esta pseudociencia que asegura la sanación con la simple imposición de las manos....la misma teosofía luciferina de madame Blavatsky!



En pocos años hubo un crecimiento exponencial de seguidores de esta técnica. Incluyendo a miles de médicos que en Estados Unidos la aprendieron con todo el halo místico que le trataron de insuflar pese a que estaba recién creada. 

Un trabajo de 4º curso

Una de esas niñas que no paran de cuestionárselo todo se lanzó a descubrir qué había detrás del toque terapéutico. 

Emily Rosa, entonces una estudiante de cuarto grado en un colegio normal del estado de Colorado, diseñó un sencillo experimento para determinar si los «terapeutas» pueden o no sentir el «campo energético» de los seres humanos. El resultado no pudo ser más claro: apenas sentían nada.

El proceso era simple: Emily Rosa se sentaba frente al terapeuta. Entre ellos una mampara de cartón impedía poder verse cara a cara. Solo había dos huecos en la pantalla por donde el experto en toque terapéutico introducía sus manos. En ese momento Emily elegía acercar su mano (y con ella su supuesta energía vital) a una de las dos extremidades del terapeuta, que debía «sentir» sobre cuál de ellas se situaba (sin aproximarse demasiado para que no sintieran el calor corporal, algo realmente constatable sin ningún poder místico).




El resultado fue que de los 28 tests que realizó, el porcentaje de acierto fue un 47%. Tan aproximado a lo que dice la probabilidad que, efectivamente si lo hubieran realizado personas al azar sin ninguna idea de terapias energéticas, el resultado hubiera sido el mismo. 


Tanto es así que la elección de la mano sobre la que Emily enviaba su energía la hacía con la ayuda de una moneda lanzada al aire. Puro azar, pura estadística.

Sin embargo Dolores Krieger, la fundadora de esta medicina, no se prestó al experimento. 

«La ví y estaba muy asustada», contaba la niña en una entrevista. Una entrevista en la que también sorprende descubrir su «mente científica», siempre buscando que otros refutaran su experimento, esperando que otras personas repitieran su prueba para poder afirmar con seguridad su verdad: la verdad de la ciencia contrastada.

El resultado de tanto esfuerzo llegó en 1998 con la publicación de su trabajo en la revista Journal of the American Medical Association. Un logro épico para el trabajo escolar de una niña de 11 años.



Fuente: http://www.abc.es/ciencia/20140812/abci-reiki-experimento-fraude-201408111236.html

Comentarios

  1. Eso no quiere decir que sea un fraude, hay personas que son muy sensibles, aunque haya muy pocas y tal vez esas si puedan sentir algo, algunos cristianos en la televisión ponen sus manos en los enfermos y se curan, y algunos niños que se dicen "especiales".
    Nuestras creencias también influyen: https://www.youtube.com/watch?v=N2m9LSVeDZQ#t=2m50s

    No estoy defendiendo ningún bando, sólo digo que el observador influye. Se han curado muchas personas usando metafísica o quimioterapia, la ciencia convencional podría ser más flexible y abierta reconociendo que no todo lo sabe y "los alternativos" podrían usar la estadistica y la observación (también reconociendo que no lo saben todo) y así llegar a un equilibrio.

    En vez de perder el tiempo un bando contra otro mejor hacer mesas de plática, sin juicios para aprender y escuchar los argumentos de cada quien porque el hecho de que Dolores Krieger no quiera participar no significa que no haya otras personas y que funcione, tal vez con un kinestesico muy sensible porque no hubo separación de personas y metio a todas en el mismo grupo, ya con que participaran entraban en el grupo y también es muy facil manipular cifras y encuentas.

    Por ejemplo si toman la imagen de 2 personas discutiendo agresivamente con la camara kirlian o si se llevan muy bien y se dan un abrazo y les vuelven a tomar una imagen, en fin hay toda clase de personas que dicen la llama verde me curo, tal vez fue su mente pero lo importante es que ya se siente bien como en el experimento que muestra Bradden, ¿Quien iba a decir que alguien se sana porque otro canta? y sin embargo sucedio.

    Si cristianos y catolicos, físicos y experimentales, alopatas y homeopatas se llevan bien este mundo seria mejor, tal vez no un paraiso al 100% pero si un mundo mejor.

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  2. todo es sugestión, como el placebo, solo crean en el único Dios invisible q puede sanarlos Jesucristo, aunque para la trascendencia del ser humano esto no es lo mas importante.

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  3. SI NO SE TRABAJA CON EL CORAZON, LA PRUEBA Y NADA ES LO MISMO.
    lA IGNORANCIA ES MUY OSADA

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